La mayoría de las personas han experimentado algún tipo de depresión en algún momento de su vida por distintas causas, sin embargo, existe un grupo de individuos que parecen ser más sensibles al respecto.
Tratar de hallar el porqué de la depresión o la razón por la cual nos sentimos decaídos, de mal humor, sin iniciativa para realizar ninguna actividad, tristes, decepcionados o simplemente de una forma que no podemos explicar, que pueden combinar todos los estados de ánimo previamente descriptos, puede ser todo un desafío, incluso más duro que encontrar de forma introspectiva o con ayuda profesional la razón disparadora que nos llevó a ese estado mental (y también físico).
Por años estuve hundida en un pozo del cual parecía no salir, literalmente mis éxitos en las actividades que desarrollaba me parecían superfluos, la realidad era que mantenía una baja expectativa acerca de todo lo que me rodeaba para que de ese modo el fracaso no tuviera un impacto arrollador sobre mí, y en caso de conseguir mi objetivo, la sorpresa sería realmente sobresaliente y emotiva; esta forma de actuar, sin duda, era mi mecanismo de defensa, el cual se combinaba con dos características letales de mi persona, la baja autoestima y un alto nivel de autocrítica que no me dejaba asimilar o disfrutar de mis logros. Claro está, que esta configuración no apareció de la nada, sino que años de recibir críticas muy poco constructivas e injustificadas del entorno colaboraron, haciendo que los rasgos de sensibilidad propios de mi persona asimilaran los comentarios como una esponja al agua, creando así un mecanismo de acción-reacción propio e interno que auto censuraba a mi persona ahora sin la necesidad de que los comentarios destructivos vinieran del exterior. A este contexto en el cual mi forma de ser se estaba forjando, agregamos un nivel de sobre exigencia del entorno, que hacían sentir a los objetivos alcanzados como simples niveles sin valor, los cuales eran fáciles de superar. La culminación de este amalgama fue una persona insatisfecha y con un estado de ánimo constantemente bajo, enfadada con el mundo y muy poco conformista.
A este punto, quizás el lector sienta que las palabras previamente escritas sean como una queja de una persona que no encaja en el mundo o en los lugares que frecuenta, pero más allá de haber tenido una actitud antisocial por muchos años y ser bastante reservada a la hora de interactuar con otros (más aún si son desconocidos o poco conocidos), podía encajar de una forma bastante aceptable en los ámbitos, pero el problema era cómo me sentía. Para ser un poco más gráfica con el asunto en cuestión, ejemplificaré con algunas imágenes mentales que pueden acercarse a describir el estado de confusíón mental al que hago referencia, uno es la pantalla azul que cualquier usuario de computadora habrá sabido (o no) experimentar, la misma significa que nuestra herramienta, en este caso el ordenador, no está funcionado como se espera, de hecho en general la máquina nos esta intentando comunicar el motivo de su falla, aunque el usuario promedio no sabrá interpretar la causa y mucho menos tomar cartas en el cuestión y reparar lo que aqueja a nuestra herramienta. De hecho, gran parte de los usuario serán sorprendidos por la situación e intentarán resolverla por sí mismos apelando a medidas desesperadas, que suelen ser sin sentido y muy poco útiles, debiéndose concurrir a algún experto, o por lo menos a alguien que posea mayores conocimientos que los propios para resolver el imprevisto. Creo que no en vano el color seleccionado para marcar el error y el mal funcionamiento del computador es el azul, mismo color asociado a la depresión, el cual hace referencia a sentirse en las profundidades del mar, aunque allí la oscuridad no nos deje ver nada, el fondo del océano nos remite a esa sensación de caída, de estar en un lugar tan bajo en el cual nadie nos puede ver (ni nosotros mismos) y en donde la presión del mar nos está aplastando, impidiéndonos pensar con claridad. Simplemente nos sentimos hundidos y abandonados en la incomprensión propia que nos lleva la desesperación de no poder explicar lo que nos sucede.
Por otro lado, otra imagen recurrente, por lo menos para mí, es la del switch. Imaginemos estar en una habitación iluminada realizando nuestras actividades con normalidad cuando repentinamente sufrimos un corte de luz, estamos imprevistamente a oscuras, no se sabe por qué ni cómo, solo nos invade la sorpresa y la incertidumbre, ese sentimiento de falta de sustentación y cambio repentino hacia la nada misma es un rasgo de la depresión que puede aparecer sin alarma alguna a complicarnos la existencia. Esta situación de que lo desconocido pulse el interruptor y nos deje en la oscuridad puede combinarse con la sensación de cámara lenta, la misma podría graficarse con la idea de ir caminando por la calle en un día templado de otoño en el cual el clima paulatinamente se nubla para llegar al momento en donde la depresión se apodera de nosotros sin aviso, haciéndonos sentir como en un estado de ensueño mientras que continuamos caminando por la calle y sentimos que la gente y el tránsito que nos rodea se vuelve más lento, hecho que se articula con la caída de hojas de una forma que parecen que están flotando, mientras que nosotros sentimos nuestro cuerpo ligero a la hora de pisar el colchón de hojas debajo de nuestros pies.
Ya hacia esta última parte el lector podría estar pensando en ordenar un chaleco de fuerza para la autora, pero el punto en compartir estas experiencias y formas de sentir y estar son para que las personas que se encuentran en un estado de confusión similar sepan que no están solas e incomprendidas en esos momentos que nos aniquilan en nuestro interior. Por otra parte, estas líneas también son para tratar de guiar a los que quieren ayudar a las personas que sufren de depresión y no saben cómo, a la vez de tratar de concientizar acerca de este estado que suele aquejar en el interior de los que lo experimentan.
Bad Religion - "Sanity" Lyrics Canción
No poseo derechos sobre la canción "Sanity" de Bad Religion, ni de sus melodías, acordes, letras, ni bajo ningún aspecto. Solo comparto el link debido que al escuchar la canción me siento identificada.
Tampoco poseo ningún derecho sobre YouTube.
Si bien no tengo conocimientos de psicología para dimensionar tus conceptos, tengo que felicitarte por tu valentía de publicar tus sentimientos, ideas y vivencias. Es un excelente ejercicio personal y no es tan habitual encontrarse con ellos. Seguramente muchos se sentirán identificados con estas líneas. ¡Adelante!
ResponderEliminarGracias Gabriel por el comentario.
EliminarPersonalmente creo que uno ha evolucionado hacia una nueva etapa de sentir y de concebirse, pero hace poco charlando con una persona que aprecio mucho, creí necesario hacer una recapitulación algo catártica de las vivencias expuestas en el texto.
Te agradezco nuevamente por el apoyo y por guiarme en el proyecto del blog.
Saludos